¡Hola veraniegos! En el post pasado les di algunas ideas qué hacer cuando estás enfermo y necesitas reposo.
Bueno, en este post les contaré mi desagradable historia con la varicela. Jamás me pasó por la cabeza que podía darme a mí. Siempre me alardeaba en decir que era de las afortunadas (o desafortunadas, ya no lo sé) en no haber padecido en mis años infantiles de varicela, es más no tenía idea de cómo se desarrollaba la enfermedad ni siquiera sabía cómo era una ampolla de varicela.
Sin embargo, hace más de un mes un compañero de trabajo (y conocido mío) se enfermó de varicela. Se ausentó por varias semanas hasta que de pronto lo volví a ver en el trabajo. Conversamos pero yo tomando distancia porque aún había rastros de la varicela en su cara. Los días pasaban y seguía encontrándomelo pero yo con la distancia pertinente. Pero un día, pensando que ya no era contagioso, se despidió de beso. No quise asustarme y no le di importancia.
Hasta que una mañana comencé a notar ciertos granitos en mi cara, pensando que era acné (sufro de ese mal) pero gracias a Dios no soy adicta a reventarlos, así que no les di importancia.
Día 0
Llegó el viernes 24 de marzo y me sentía realmente mal: dolor de cabeza, fiebre, y dolor de estómago, igual no di importancia y creí que era colitis nerviosa o infección.
Al día siguiente de mi malestar, fui al doctor y me dijo que había algo raro en mi páncreas. Me mandó a hacer análisis. En fin, en la noche noté unas ampollas más evidentes en mi cara, creí que eran mezquinos y sólo coloqué productos para el acné. Sin saber lo que estaba por venir.
Al día siguiente de mi malestar, fui al doctor y me dijo que había algo raro en mi páncreas. Me mandó a hacer análisis. En fin, en la noche noté unas ampollas más evidentes en mi cara, creí que eran mezquinos y sólo coloqué productos para el acné. Sin saber lo que estaba por venir.
Día 1
Desperté y me voy viendo que los granos habían crecido y ahora tenía en el cuello. Alarmada le dije a mi mamá, me vio y me dijo es ¡Varicela! No le creí y volví con la doctora, quien confirmó ¡VARICELA!. Tengo que confesar que no sabía muy bien de lo que estaba hablando pero dije, está bien. Con 27 años tenía varicela.
El día no fue el mejor, con un dolor de cabeza, fiebre no salí de mi cama y con el miedo de contagiar a mi madre. Llamé a mi jefe para decirle que me ausentaría durante 2 semanas más las dos semanas de vacaciones de semana santa, tendría 4 semanas de reposo.
Día 2
Desperté con la realidad que tenía Varicela y que mi cara y cuerpo se llenaban de ampollas dolorosas. La fiebre no paraba, y el dolor de cabeza era atroz y todo se debía a que me estaban saliendo en la cabeza. Me sentía a morir. Comí sólo fruta y verdura acompañado de una delicioso suero saborizado. Visité otro doctor para que me diera el certificado médico que me estaban solicitando en el trabajo. Me recetó una maravilla de loción para la comezón, paracetamol y con la promesa de que mejoraría.
Día 3
El peor día de todos. Me salió una ampolla en la garganta y lengua que no me permitían comer y sobre todo en el cuello que me provocaba mareo y estaba más hinchado que nada y con un zumbido de oído que no podía con él, sumado a la fiebre y el dolor de cabeza por las que estaban alojadas en mi cuero cabelludo. Tomé una ducha con algo llamado baño coloide. Comía comida para enfermos acompañado con mi delicioso suero frío. Y con las precauciones para no contagiar a mi alrededor.
Los días que siguieron no fueron los mejores porque las ampollas eran muy dolorosas y porque cada vez sentía que moría y estaba en la agonía. Tenía que ir descubriendo qué me provocaba mucho malestar y eran algunas ampollas que me dejaban sin razón. Ahora, entendía por qué decían que entre más edad tengas más difícil es la varicela.
Llegué a las 8 días sin salir de casa y con la molestias, las cuales empeoraron hasta que mi cara estuvo hinchada como si me hubiesen golpeado, mi ojo estaba extraño. Continuaba con mi baños coloides y con mi solución para las ronchas, ah y mi alimentación consistía en pollo hervido o asado, lechuga por montón, fruta por montón y suero. Gracias a las llamadas de una amiga y la compañía de mi mamá podía sobrevivir al encierro en el que estaba.
Ahora estoy en mi día 16, sigo sin salir de casa, las vacaciones ya iniciaron y las ampollas comienzan a caerse pero no del todo, a veces pienso que esto va para largo. Tengo comezón porque ya están secandose. El otro día me dio un mareo solo porque me dolían las que tenía en el cuero cabelludo, probé con ponerme la solución y el mareo cesó. ¡Qué horror! Por ahora tengo un dolor con una roncha en mi tórax que casi me hace llorar pero trato de distraerme con no pensar en el dolor y colocando mi maravilla de solución para la comezón.
Aún tengo medidas de sanidad como tener toallitas de bebé para agarrar las cosas, mi propio papel higiénico, como mi madre trabaja, tengo que hacerme de comer (bueno, consiste en calentar en el microondas y tomar lo que ya está picado), tengo mis propios platos y utensilios para no contagiar. También continuo bañándome con baño coloide y me corté las uñas para no lastimarme. Mi mamá me ha dado algunos suplementos alimenticios (Omnilife) para que se me pase y de verdad que hizo que las molestias fueran menos irritantes, me ayudaron mucho. Lo que ahora me preocupa es la ropa que he estado usando durante este periodo, creo que tendré que lavarla con cloro.
Ah, las costras están dejando manchitas rosadas en mi cara, donde me atacó realmente. Lo importante es no rascar y quitarlas, ya que se deben de dejar caer por sí solas. Creo que en un ataque de comezón me dio por rascar la cabeza y eso fue lo que me provocó el mareo. De pronto me dan mareos por las ronchas y tengo que estar frotando la solución para que se me calme el malestar.
Espero que esté calvario y encierro terminen pronto, porque ya han pasado 16 días. Y que cada vez que me veo al espejo deje de pensar que soy la bruja con sus verrugas. Además estos días me ha puesto a pensar en muchas cosas (sí, mi momento existencial). Creo que aún faltan días para recuperarme, sólo espero que sea antes de que terminen las vacaciones. Mi amiga dice que son 21 días, cada vez faltan menos.
XO