Hace una semana nos enterábamos de un caso que ha conmocionado a México. La desaparición de Mara Fernanda Castilla Miranda una joven de 19 años que encontró la muerte sólo por ser mujer.
Los hechos estremecedores iniciaron el 7 de de septiembre, Mara salió a festejar su ingreso a la Universidad Popular Autonoma de Puebla (UPAEP) en un bar en San Andrés Cholula, Puebla. Cuando salió del lugar, la hermana de Mara solicitó los servicios de un taxi de la empresa Cabify para que Mara regresara a su casa, sin embargo eso jamás sucedió.
El trayecto del bar a la casa de Mara solo tomaba 15 minutos, sin embrago esos 15 minutos se tornaron eternos. La hermana de Mara reportó la desaparición y comenzó la búsqueda por encontrar a Mara.
El conductor del taxi, Ricardo Alexis se presentó, de manera voluntaria a declarar el 9 de septiembre ante el MP. Su declaración presentaba inconsistencias pero no lo detuvieron.
Conforme fue avanzando la investigación se descubrió, a través de cámaras de vigilancia del fraccionamiento de la casa de Mara que el taxi llegó al lugar, donde permaneció 30 minutos pero Mara nunca descendió.
Ayer, nos enteramos de un triste desenlace: Mara había sido asesinada y violada por el conductor del taxi. Fue encontrada en un tramo de la carretera Puebla- Tlaxcala envuelta en una sábana.
¿Cuántas veces tendremos que escuchar este tipo de historias? Mujeres asesinadas, violadas por hombres que no tienen escrúpulos ni corazón.
Ahora bien, esto me lleva a cuestionar ¿cómo nos perciben algunos los hombres? ¿Sólo nos ven como objetos sexuales? ¿Creen que tienen el derecho sobre nosotras?
En un mundo dominado por el patriarcado, me provoca impotencia que todos esos señores crean que tienen el poder sobre nosotras. NO, no somos objetos sexuales ni tampoco es nuestra culpa.
@pictoline |
Decir que nosotras los buscamos, que es consecuencia de la liberación femenina, que nos merecemos este tipo de actos transgresores y machistas, es un acto de justificación estúpida y retrograda.
Es triste que en pleno siglo XXI, nos demos cuenta que la llamada "liberación femenina" es sólo un espejismo y que aún falta mucho por cambiar y alcanzar.
Las mujeres queremos poder andar por el mundo sin tener que preocuparnos por andar solas en lugares oscuros, por preocuparnos si me pongo vestido o no, por si usar un escote; de sentirnos inseguras en cualquier lugar donde haya hombres, de caminar sin que nos vean el trasero o nos coman con la mirada, de caminar sin que recibamos piropos que no queremos, que nos toquen el cuerpo sin nuestro consentimiento o que nos hagan proposiciones que no nos interesa. Es nuestro derecho andar por el mundo libremente y dejar de preocuparnos sólo por el hecho de ser mujer.
#Niunamás no debería de ser sólo un hashtag de las redes sociales, debería ser una realidad en el mundo.